Seguro que uno de los lugares de ensueño para ti será Francia. Si lo sé quizás una foto en esa imponente torre será perfecta para el Instagram.

Bueno así pensé, pero París va más allá de una foto…

En nuestro recorrido Europeo, esta fue una de las ciudades que visitamos, salimos de Venecia a las 8:17 de la noche en un tren de la línea trainline.

Viajamos toda la noche en una cabina donde podían estar unas 6 personas, llegamos a la terminal Paris Gare de Lyon aproximadamente a las 11:00 am.

El precio de los tickets fue de 35 euros, eso porque los compramos con mucho tiempo de anticipación.

Nos hospedamos en un hotel encontrado en Booking de nombre HOTELF1.

Era uno de los más económicos en París y para ser sincera, las adecuaciones estaban muy bien, lo único era que compartíamos baños, pero no era para tanto, en el tiempo en que nos toco utilizarlos estaban siempre limpios.

Cuando viajas y dedicas tu tiempo a conocer y a no estar encerrado en un hotel, no es tan importante donde te quedas, después que sea acogedor y tengas privacidad, todo está bien.

En conclusiones nuestro hospedaje era perfecto para unas locas aventureras.

Barrio de Montmartre

Visitamos el famoso Barrio de Montmartre, conocido como el “Barrio de los pintores”, es un sitio que por obligación debes visitarlo a pie, así podrás deleitarte en cada esquina por la  que pases.

 

Sus calles son angostas, y desniveladas, rodeadas de historia. Cuando te vas adentrando te dejas envolver de su arte y belleza, digo esto porque como se le conoce” Barrio de los pintores” encontrarás en cada rincón un artista, un escultor, un músico, un pintor que te cautivará con su talento.

Nuestra guía, nos hablaba de este barrio con fascinación, que además de ser muy visitado, escondía en sus callejuelas mucha originalidad, cada artista que encontrabas era único, había desde pintores que te preguntaban si querías ser dibujado por ellos al instante, hasta un hermoso coro que, con sus melodiosas voces, hacían que tus pasos se detuvieran para escucharlos o grabarlos.

Seguíamos nuestro recorrido, y vimos escultores, y otros pintores que vendían sus obras como pan caliente, créanme eran piezas hermosas, que disfrutabas solo con mirarlas al pasar.

Por si no lo sabías, Montmartre fue una población independiente hasta 1860, cuando pasó a convertirse en el distrito XVIII de París. Se dice que este barrio tuvo una mala fama por los cabarets  y burdeles que poco a poco se fueron colocando en el sitio, esto a  finales del Siglo XIX, sin embargo los artistas  se fueron apoderando de el, para de alguna forma rescatarlo, porque ellos sabían el valor invaluable que tenía, y fue así que poco a poco, fueron llegando más  y más artistas que lograron devolverle el encanto del cual es dueño, y lo transformaron en lo que es hoy día: “El Barrio de los Pintores”.

Museo del Louvre

No podíamos dejar de ir a uno de los museos más visitados del mundo, y no sólo eso, sino el más importante de Francia.

 

Formado a partir de las colecciones de la monarquía francesa y las expoliaciones realizadas durante el imperio Napoleónico, el Museo del Louvre abrió sus puertas en 1793 mostrando un nuevo modelo de museo, que pasaba de las manos de las clases dirigentes al disfrute del público general.

Unas 35.000 obras son expuestas en sus salas y entre las obras más importantes está la famosa Gioconda o Mona Lisa de Leonardo Da Vinci y por la que muchos se concentrar y formar hasta largas filas, hasta llegar al punto exacto donde consigues la foto.

El costo de la entrada fue de 15 €, mientras que los ciudadanos de la Unión Europea (EU) pueden entrar gratis.